Te doy la bienvenida por visitar mi blog.
En él mostraré mis obras al oleo, y también incluiré artículos sobre pintores y obras que me parecen interesantes y que, de una manera u otra, me han marcado en mi desarrollo artístico.
Me entusiasma el mundo del arte, y de especial manera la pintura.
Espero que pases un rato agradable y que me visites nuevamente.

Rabadán Pintora.

domingo, 22 de febrero de 2015

Leonardo Da Vinci

La pintura es poesía muda. La poesía pintura ciega.

Leonardo Da Vinc
i (1452-1519)

¿Qué puedo decir de Leonardo Da Vinci ?, un genio en todas sus facetas adelantado a su época y en cuanto a su obra que perdura, siempre que la miro, me acaba sorprendiendo un poco más. Es mi pintor más admirado, por ello le dedico este primer artículo y como primera imagen elijo la obra de "la Belle Ferronière" , que es la que más me gusta.


La Belle Ferronière. 1496
Prototipo absoluto del hombre humanista del Renacimiento, Leonardo da Vinci ejerció de pintor, escultor, ingeniero, músico, geómetra, teórico…un visionario cuya realidad no fue marco adecuado para el desarrollo completo de su capacidad, siendo quizá ese el motivo por el que su figura ha llegado a la actualidad envuelta en un halo de misterio.

Pero hagamos un breve repaso de la historia: Leonardo da Vinci nació en las afueras de Florencia, en Vinci, el 15 de Abril de 1.452. Vivió durante el apogeo del renacimiento italiano, una era marcada por grandes logros artísticos y científicos y por una búsqueda universal de conocimiento. Renaissance es el termino en francés para el renacimiento y se vió a sí mismo como el nuevo nacimiento de los valores que, de alguna forma, se atribuían románticamente al pasado, a la antigua Grecia y a la antigua Roma. Contemplan el millar de años que ha pasado entre Roma y el auge del renacimiento, y quieren traer de nuevo la luz del humanismo con la innovación intelectual y artística. Florencia era más grande que Londres, que a su vez era más grande que París y Roma en la época en la que Leonardo da Vinci vivió allí. Pero mientras que el renacimiento era considerado una era de iluminación, fue también un tiempo fuertemente dominado por la iglesia católica romana. Cuando llegamos al renacimiento, la iglesia regia prácticamente todo, así que todos los artistas, prácticamente todo aquel que supiera leer y escribir, estaba involucrado en el sistema monástico de la iglesia, y por supuesto, éste es el patrón principal de todos los diferentes artistas del renacimiento. Estamos en una época en la que todo está sujeto al escrutinio de la iglesia. Un joven llamado Leonardo da Vinci aceptó uno de sus primeros encargos artísticos. Se trataba de la ilustración de un escudo de madera con una representación del monstruo de la Grecia mítica: Medusa, una Gorgona cuya cabeza estaba llena de serpientes. Leonardo dibujo una Medusa tan terrorífica, que su padre llegó a pensar que estaba viendo serpientes vivas. Cuando los más prominentes artistas de su tiempo pintaban imágenes de la biblia judeo cristiana, Leonardo escogió representar un monstruo de la Grecia mítica.

El hombre de Vitruvio, canon del cuerpo humano.

Da Vinci se esforzó en descubrir la anatomía del cuerpo humano, y tuvo que mantener su trabajo en secreto (sus notas de anatomía humana las escribió codificadas, usando un método conocido como la escritura invertida,que consistía en escribir hacia atrás). A sabiendas que las disecciones que realizaba para el estudio de la anatomía, no solo no eran aceptadas por las Iglesia sino que estaban penadas incluso con la pena de muerte, este genio ejecutaba la escritura invertida en todas sus creaciones.

A lo largo de su vida, como se ha señalado ya, su interés se centrará en materias diversas, pero será a la pintura a la que dedique sus mayores esfuerzos. A pesar de que su obra se puede considerar perteneciente a comienzos del Cinquecento, el espíritu de Leonardo es atemporal, no existiendo límites capaces de encorsetar la definición de su arte.

Sin embargo, sí es posible establecer algunas aportaciones de Leonardo da Vinci al mundo de la pintura concretadas en el valor otorgado a paisajes y atmósferas (que se constituyen en un elemento más de importancia a añadir al conjunto de la obra), la creación de la técnica del esfumato, la simetría clásica de sus composiciones, encuadradas geométricamente, además de un amor por el detalle y la veracidad responsables de la enorme importancia que concederá al conocimiento de la naturaleza y a la preparación previa a la ejecución de la pieza.


A pesar de la multitud de bocetos, análisis e investigaciones que Leonardo llevó a cabo en el terreno de la pintura, o quizá debido a este mismo hecho, lo cierto es que su producción en este campo no es excesiva (a lo cual habría que añadir el número de cuadros de atribución dudosa, debido a que fue un pintor muy imitado). Pocas, pero con categoría de obras maestras de la historia del arte; así podrían definirse sus pinturas, de entre las que cabría señalar tres en concreto: LA VIRGEN DE LAS ROCAS, LA GIOCONDA, Y LA ULTIMA CENA.




La Virgen de las Rocas


La Gioconda.
La importancia que Leonardo concede al modelado, la composición y la luz escénica se puede apreciar en la Virgen de las Rocas, cuyos personajes aparecen envueltos por ese aire de misterio tan característico de la Gioconda. La gradación de la luz y el uso del difuminado posibilitan esa imprecisión en los contornos (que alejan ya el estilo de la nitidez quattrocentista previa), esa atmósfera de neblina propia del esfumato, la técnica pictórica creada por Leonardo y que puede apreciarse en otras obras, como la ya mencionada Mona Lisa o La Gioconda . Obra famosa desde el momento de su creación, que se convirtió en modelo de retrato y casi nadie escaparía a su influjo en el mundo de la pintura. La mítica Gioconda ha inspirado infinidad de libros y leyendas, y hasta una ópera; pero poco se sabe de su vida. Ni siquiera se conoce quién encargó el cuadro, que Leonardo se llevó consigo a Francia, donde lo vendió al rey Francisco I por cuatro mil piezas de oro. Perfeccionando su propio hallazgo del esfumato, llevándolo a una concreción casi milagrosa, Leonardo logró plasmar un gesto entre lo fugaz y lo perenne: la «enigmática sonrisa» de la Gioconda es uno de los capítulos más admirados, comentados e imitados de la historia del arte y su misterio sigue aún hoy fascinando. Existe la leyenda de que Leonardo promovía ese gesto en su modelo haciendo sonar laúdes mientras ella posaba; el cuadro, que ha atravesado no pocas vicisitudes, ha sido considerado como cumbre y resumen del talento y la «ciencia pictórica» de su autor.

Recientemente se ha restaurado la copia de la Gioconda alojada en el Museo del Prado (España) y un equipo de investigadores de la Universidad de Bamberg (Alemania) al compararla con la Gioconda que adorna las paredes del Museo de Louvre (Francia) a través de la técnica de la esterografía (técnica utilizada para representar objetos tridimensionales en un plano por medio de sus proyecciones) han descubierto un secreto muy bien guardado de la famosa pintura de Leonardo da Vinci:  que  ambos cuadros son las dos mitades de una misma imagen 3D, pero cada una de ellas mostrando una perspectiva distinta de la mujer protagonista.

Sin embargo, el descubrimiento no acaba aquí. Hasta ahora, se pensaba que el paisaje de ambas pinturas era una campiña del norte de Italia. Ahora, los investigadores han revelado que el fondo de ambos cuadros es falso, un fondo probablemente colocado en el estudio de da Vinci.


Las conclusiones de este estudio, que serán publicadas en la revista Leonardo, ejemplifican que “los fondos de las obras son estadísticamente iguales en relación a la forma, aunque el fondo del cuadro del Museo del Prado es una versión con un zoom del 10%, en comparación con el fondo de la obra del Louvre, lo que se puede deber a la distancia en que Da Vinci y su discípulo, quien se supone pintó la obra que se exhibe en España, estaban sentados respecto del fondo falso cuando pintaron los cuadros”, afirma Claus-Christian Carbon, coautor del estudio.


Izquierda: La Gioconda del Louvre.   Dcha: La Gioconda del Museo del Prado

En lo que respecta a su famosa y deteriorada Última Cena, dicho fresco es destacable por el empleo de la iluminación y la composición que realiza, pero principalmente por la profundidad y diversidad de sentimientos y actitudes que Leonardo consigue registrar en cada uno de los personajes, conformando de esta manera una verdadera "galería psicológica".


Ultima cena.

No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido, ejecutada entre 1495 y 1497 y  se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia) . Mide 460 cm de alto por 880 cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte, consideran a La Última Cena como una de las mejores obras pictóricas del mundo.


El personaje central es Jesús, a quien Leonardo menciona bajo el nombre de «el Redentor» en sus notas de trabajo. Está en actitud contemplativa y mira hacia abajo y un poco hacia su propia izquierda, con las manos extendidas al frente sobre la mesa, como si ofreciese algo al espectador. Como ésta es la Última Cena en que, según nos enseña el Nuevo Testamento, Jesús instituyó el sacramento del pan y del vino, invitando a sus seguidores a que los coman y beban, diciendo que son su carne y su sangre. Por esta razón sería razonable buscar algún cáliz o copa de vino delante de él. Pero no hay vino delante de Jesús, y apenas unas cantidades simbólicas en toda la mesa. Visto que apenas hay vino, quizá no sea casualidad que tampoco se hayan partido muchos de los panes que vemos sobre la mesa. Ello es particularmente sorprendente cuando el mismo Jesús identificó el pan con su propio cuerpo, que se supone sería partido en el supremo sacrificio.
La figura de Juan no se reclina según indica el relato bíblico, sino que se aparta hacia la derecha de Jesús con exageración. Pero, si se mira en un mayor detalle la figura de Juan, parece claro que lo que se está representando es a una mujer. Toda la figura es sorprendentemente femenina; por más que la pintura sea antigua y esté deteriorada. Pueden verse las manos pequeñas y bien formadas, los rasgos del semblante son finos y armoniosos, se intuyen pechos femeninos, y lleva un collar de oro. La mujer, pues estamos seguros de que lo es, viste además ropas que la señalan como alguien especial. Aparentemente son el reflejo invertido de la indumentaria de Jesús, ya que vemos una túnica azul con manto rojo a un lado, y una túnica roja con manto azul al otro, siempre dentro del mismo estilo.

También Jesús se ve amenazado por un índice rígido que apunta hacia arriba, prácticamente delante de su cara. Pero tanto Jesús como el falso Juan aparecen desentendidos de esos ademanes hostiles, visiblemente sumergidos en los mundos de sus propios pensamientos. Todo indica que se está utilizando un simbolismo secreto, no sólo para advertir de sus respectivos destinos a Jesús y a su compañera femenina, sino también para comunicar a algunos observadores cierta creencia secreta que sería peligroso compartir con la gente de manera más explícita.

A la derecha según el observador vemos un hombre barbudo que habla con el último discípulo de ese lado de la mesa. Está totalmente vuelto de espaldas a Jesús. Generalmente se admite que este personaje, Tadeo o Judas, es un autorretrato de Leonardo. Pero los pintores del Renacimiento nunca pintaron nada por casualidad. Sabemos, además, que Leonardo era muy aficionado a elegir el modelo adecuado para cada discípulo. ¿Por qué se pintaría Leonardo a sí mismo dando la espalda a Jesús?   En fín es una obra con mensajes ocultos y algunos de ellos sin resolver.

Yo añadiría otras dos obras: SAN JUAN BAUTISTA.

San Juan Bautista 1516

San Juan Bautista fue una de las últimas pinturas del autor y, sin duda, una de las más debatidas. Hay mucha polémica sobre el significado de la mano del santo apuntando hacia arriba, y su sonrisa enigmática ha provocado discusiones semejantes a las de la Mona Lisa .Representa a Juan el Bautista en la soledad del desierto.La expresión del rostro, lánguida y ambigua, es típica de las últimas obras de Leonardo. El gesto de señalar al cielo sugiere la importancia de la salvación a través del bautismo que San Juan representa. La obra es a menudo repetida por otros pintores posteriores, especialmente aquellos de las escuelas del renacimiento tardío y el manierismo. La inclusión de un gesto similar al de Juan incrementaría la importancia de una obra con un sentido religioso.


Y finalmente la obra que no puedo dejar de nombrar  es "La dama del armiño" que actualmente se encuentra en el Museo Czartoryski de Cracovia.

La dama del armiño 1489-1490.
«La dama del armiño» es, sin duda, una de las pinturas más famosas de Leonardo Da Vinci. Un estudio de un investigador francés, Pascal Cotte,  acaba de desvelar que, en la primera versión, Leonardo no habría incluido el armiño.
Pascal Cotte ha pasado tres años usando tecnología de iluminación reflectante para examinar la obra de arte y ha llegado a la sorprendente conclusión de que Leonardo pintó un retrato sin el armiño y otras dos versiones diferentes incluyendo el animal.
La pintura representa a Cecilia Gallerani, una joven amante de Ludovico Sforza, duque de Milán, que fue el principal mecenas de Leonardo en los 18 años y que era conocido con el sobrenombre de «el armiño blanco».
Tras el descubrimiento, ya han salido a la luz nuevas teorías acerca de la obra, como que el armiño se introdujo más tarde en la pintura para simbolizar al amante de Gallerani y así agradar a su mecenas o que fue la misma joven la que solicitó al artista añadirlo más tarde para dejar clara su relación con el Duque ante la corte milanesa.
Leonardo es el genio humano más grande que se haya conocido. Tenía una habilidad intelectual muy elevada y una gran creatividad, que utilizaba para llevar a cabo, incluso, muchos inventos. Leonardo era capaz de trabajar en todos los campos, lo que era muy inusual. Fue instruido como pintor y escultor, pero, como he comentado al inicio, se las arreglaba para desenvolverse en geometría, óptica, diseño mecánico, anatomía o geología. Y en cada una de ellas tenía un conocimiento muy profundo. Así que si queremos hablar sobre un genio universal, lo que es una idea muy del renacimiento, entonces Leonardo es la persona. El trabajo de este pintor italiano, que abarca un asombroso rango de disciplinas, todavía influencia la ciencia, la tecnología, la medicina, el arte y muchos otros campos casi medio milenio después de su muerte.


Y hasta aquí un muy breve resumen de la obra de Leonardo Da Vinci. Espero que lo hayáis disfrutado y os invito a seguir navegando por mi blog.


Rabadán Pintora.




















Sígueme

Siguenos en por RSS

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *